Infancia y adolescencia

Escudo de armas de la Casa de Sade, privilegio
obtenido por Elzéar de Sade del Emperador Segismundo en 1416.


Ser cortés, honrado, orgulloso sin arrogancia, solícito sin palabras insulsas; satisfacer con frecuencia las pequeñas voluntades cuando no nos perjudican, ni a nosotros ni a nadie; vivir bien, divertirse sin arruinarse ni perder la cabeza; pocos amigos, quizá porque no existe ninguno verdaderamente sincero y que no me sacrificara veinte veces si entrara en juego el más ligero interés por su parte.



Sade, Carta a su padre, 12 de agosto de 1760, en el campamento de Obertestein


El 2 de junio de 1740 nace Donatien Alphonse-François, hijo único de Jean-Bastiste François Joseph de Sade y de Marie Eleonore de Maille de Carman, de sangre borbónica, emparentada con el rey de Francia. Nace en el palacio de los príncipes de Condé, borbones de la misma rama de los reyes de Francia, y allí pasará su primera infancia, ya que su madre es dama de compañía de la princesa.

Cuando Donatien cuenta 4 años de edad, Marie Eleonor abandona el empleo de dama de compañía de la princesa para acompañar a su marido en los viajes a los que le obliga su condición de diplomático. Donatien es enviado al castillo de Saumane el 14 de agosto de 1744, quedando a cargo de su abuela y de sus tías paternas. Por indicación de su padre, su tío paterno Jacques-Francois-Paul-Aldonse, entonces abad de Saint-Leger d'Ebreuil, se lo lleva consigo el 24 de enero de 1745 para encargarse de su educación. A Donatien se le asigna como tutor el abbé Jaques Francois Amblet.

Sin que exista constancia de la fecha, cuando Donatien cuenta seis o siete años de edad, su madre ingresa en un convento de París.

En 1750, con 10 años, vuelve a París en compañía del abbé Amblet e ingresa en un prestigioso colegio jesuita. (Amblet le acompañará durante gran parte de su vida. En su encierro de catorce años en diferentes fortalezas, Donatien le entregará sus obras para que las lea. En ese tiempo, Amblet continúa dándole consejos literarios.)

El 24 de mayo de 1754, cuando todavía no ha cumplido los 14 años, ingresa en la academia militar. En 1755 (17 de diciembre) accede, con el grado de subteniente, al Regimiento de Caballería Ligera de La Guardia del Rey, pasando a formar parte de la élite del ejército francés.

El 19 de mayo de 1756 se ha declarado la que se denominará Guerra de los Siete Años. Donatien, que aún no ha cumplido los 16 años, recibe su bautismo de fuego. Con el grado de teniente, al mando de cuatro compañías participa en la toma de Mahón a los ingleses. Una crónica de La Gaceta de París informa: «El marqués de Briqueville y el señor de Sade atacaron con energía la fortaleza y tras un acalorado y mortífero intercambio de fuego, consiguieron, mediante ataques frontales, tomar el objetivo y establecer una cabeza de puente». En ese asalto murieron más de cuatrocientos franceses. Más tarde lo trasladarían al frente de Prusia. El 14 de enero de 1757, ya en Prusia, le nombran portaestandarte en el Regimiento de Carabineros del Rey y el 21 de abril le ascienden a capitán.





El 10 de febrero de 1763 se firma el Tratado de París que pone fin a la guerra. Donatien es licenciado. Regresa a Lacoste. Durante los meses siguientes, su padre negocia su boda con los Monreuil, pertenecientes a la nueva nobleza, con una excelente posición económica e influencias en la Corte gracias a la inteligencia y carácter de Madame Montreuil. Donatien, enamorado de una jovencita de la nobleza de Lacoste, la señorita de Laurais, de Vacqueyras, y que ya había expresado a su padre sus deseos de casarse por amor, accede a la imposición paterna. El 1 de mayo los reyes dan su consentimiento en presencia de las dos familias y la llamativa ausencia de Donatien. El 15 de mayo se firma el contrato matrimonial entre Donatien de Sade y Renèe-Pélagie Cordier de Launay de Montreuil. Es en ese momento cuando Donatien y Renèe se ven por primera vez, casándose dos días después, el 17 de mayo, en la iglesia de Saint-Roch de París. El matrimonio tendría dos hijos, Louis-Marie y Donatien-Claude-Armand, y una hija, Madeleine-Laure.

En su novela Aline y Valcour o la novela filosófica, escrita durante su confinamiento en La Bastilla, encontramos un fragmento referido a su infancia y adolescencia que se considera autobiográfico.