Escándalos

Philosophy in the Boudoir
El matrimonio Sade se instala después de la boda en el castillo de Échaffars, en Normandía, propiedad de la familia de Renèe, viviendo a su cargo según lo convenido en el contrato matrimonial.


Transcurridos cinco meses surge el primer incidente. Sade viaja a París y el 29 de octubre de 1763 es arrestado y conducido a la fortaleza de Vincennes por orden del Rey. Se desconocen los motivos últimos de este arresto. En todo caso el arresto está relacionado con una o varias jornadas de libertinaje y un misterioso manuscrito. Sade pasa 15 días encerrado hasta que la familia de su mujer se hace cargo de él y retorna a Échaffars con la orden de no abandonar la provincia sin la autorización real.

El 3 de abril de 1764 se recibe el permiso del Rey que le autoriza a permanecer en París durante tres meses. El 17 de mayo se encarga de la dirección de un teatro en Évry, a 30 km de París, en el que se representarán obras de autores contemporáneos, pudiendo Sade haber protagonizado alguna de ellas. El 26 de mayo toma posesión de su cargo de teniente general gobernador de Bresse, Bugey, Valromey y Gex ante el parlamento de Dijon. Ese verano lo pasa en París y el 11 de septiembre es revocada definitivamente la orden real de confinamiento.

A finales de 1764, el matrimonio Sade se encuentra instalado en París, también en el domicilio de los Montreuil. Sade toma sucesivamente varias amantes y recurre con asiduidad a los servicios de prostitutas. Si hacemos caso a esta carta, Sade en aquella época todavía añoraba una boda por amor:
Los días, que en un matrimonio por conveniencia sólo traen consigo espinas, hubieran dejado que se abrieran rosas de primavera. Cómo hubiese recogido esos días que ahora aborrezco. De la mano de la felicidad se hubieran desvanecido demasiado deprisa. Los años más largos de mi vida no tendrían suficiente para ponderar mi amor. En veneración continua me arrodillaría a los pies de mi mujer y las cadenas de la obligación, siempre recubiertas de amor, habrían significado para mi corazón arrebatado sólo grados de felicidad. ¡Vana ilusión! ¡Sueño demasiado sublime!

Carta del Marqués de Sade

La vida licenciosa de Sade figura en aquella época en los diarios del inspector Marais. Marais dependía directamente del teniente general de policía Antoine de Sartine, seguía las actividades licenciosas de los miembros de la Corte, incluidos los miembros de sangre real, y se encargaba de elaborar los diarios que Sartine entregaba a Luis XV y a la Pompadour para su entretenimiento. En ellos se hace referencia a sus aventuras con la actriz Mlle. Colette que comparte como amante con otro noble de la época.

En uno de sus informes, Marais escribe: «El Sr. Marqués de Lignerac, por imposición de su familia, se ha visto absolutamente forzado a dejar a la señorita Colette, actriz en los Italianos y a abandonarla completamente al Sr. Marqués de Sade, quien por su parte se encuentra muy turbado, ya que no es lo bastante rico como para sostener por sí solo la carga de una mujer del espectáculo». Sade finalmente cortará su relación con Mlle. Colette por intervención de su suegra. Una vez rota la relación con Mlle. Colette, toma como amantes a otras actrices y bailarinas.

En 1765 toma como amante a la Beauvoisin, una de las cortesanas más cotizadas de la Corte. Sade abandona su domicilio conyugal y la lleva a Lacoste, donde pasará con ella unos meses. En Lacoste no se priva de presentarla y en casos es confundida con su propia mujer. Esto le hace merecer los más duros reproches de su familia. Mme. Montreuil desde París se pone al habla con su tío el abad para hacerle entrar en razón:
¿Usar la fuerza para separarles? Seguramente obtendría sin dificultad del ministro todo lo que le pidiera, pero esto causaría un escándalo y sería peligroso para él: así pues, no debemos hacerlo. No le perdáis nunca de vista porque el único modo de tratar con él es no abandonarle ni un solo momento. Así fue como logré el año pasado separarle de Colette y hacerle entrar en razón después de convencerle de que estaba equivocado. Dudo de que ame a ésta con más ardor que a la otra: era un frenesí. Todo ha ido bastante bien desde entonces hasta que esta Cuaresma se ha encaprichado de la de ahora.

Sade pasará junto a la Beauvoisin al menos dos años.

En 1767 murió su padre, por lo que heredó varios feudos, así como el título de Conde de Sade. Él siguió utilizando su título de marqués como era costumbre en la familia que utilizaba uno y otro título alternativamente de generación en generación. Su primer hijo, Louis-Marie, nació el 27 de agosto de ese año. Después de la muerte de su padre, podría haber vuelto con la Beauvoisin.

Sade no abandona su vida licenciosa, alternando en la Corte. El 16 de abril de 1767 asciende a capitán comandante en el regimiento del maestre de campo de Caballería y sigue con su afición al teatro haciendo estrenar varias comedias. También continúa apareciendo en los diarios de Marais.

El 3 de abril de 1768 (Domingo de Pascua) se produce el famoso escándalo de Arcueil. Sade acude a la plaza las Victorias de París donde recurre a los servicios de una mujer llamada Rose Keller (en aquel tiempo era lugar frecuentado por prostitutas para vender sus servicios). Rose Keller, más tarde, declara estar mendigando, acusándole de atraerla con engaños a su casa de Arcueil, donde la flageló. Sade, por orden del Rey, fue encerrado en el castillo de Saumur, desde donde fue trasladado después a Pierre-Encise, cerca de Lyon, pasando por la Conciergerie de París para declarar ante el parlamento. Pasó en prisión siete meses, pero su mayor perjuicio fue que el incidente se convirtió en un escándalo que llegó a traspasar las fronteras de Francia en el que, las declaraciones de la demandante deformadas y amplificadas, lo mostraban como un noble disoluto que malhirió a una pobre mendiga para probar una supuesta pócima reparadora.

Recobrada la libertad, el matrimonio Sade vivirá los próximos años en Lacoste. Allí Sade prosigue su afición por el teatro. Monta un teatro en el castillo donde da representaciones, más adelante forma una compañía profesional y recorre con ella las ciudades cercanas con un repertorio superior a las veinte obras. A finales de 1769 viaja a Holanda, donde logra que le publiquen un manuscrito. Los beneficios de esa publicación sufragan los gastos del viaje.

En el verano de 1772, acontece el conocido como caso de Marsella. Sade, tras un encuentro con varias prostitutas, es acusado de haberlas envenenado con la supuestamente afrodisíaca «mosca española». Tras un día de orgía dos de las muchachas sufrieron una indisposición que remitió pasados unos días. No obstante, fue sentenciado a muerte por sodomía y envenenamiento y ejecutado en efigie en Aix-en-Provence el 12 de septiembre.

Sade había huido a Italia al enterarse de que iban a arrestarlo. La leyenda cuenta que huyó en compañía de su cuñada a la que habría seducido. El 8 de diciembre, se encuentra en Chambéry (Saboya) —entonces parte del reino de Cerdeña—. A instancias de su suegra, la influyente Mme. Montreuil, es detenido por orden del rey de Cerdeña y encerrado en el castillo de Miolans. Mme. Montreuil pide que se le entreguen, con la mayor discreción, sin siquiera ser leídos, unos manuscritos que Sade llevaría consigo. Pasados cinco meses logra evadirse, probablemente con la ayuda de Renée que viajó hasta Cerdeña, disfrazada de hombre para escapar a los controles que había hecho poner su madre para que no lo visitara. Los próximos años los pasará evadido en Italia y probablemente también en España, pasando temporadas en su castillo de Lacoste donde se encuentra instalada su esposa. Su suegra, que se había convertido en su más encarnizada enemiga, obtuvo una lettre de cachet, que implicaba prisión incondicional por orden directa del rey, para lograr su arresto.

Su encarcelamiento en el castillo de Miolans a instancias de su suegra, «la presidenta», fue el preludio de su largo encarcelamiento en Vincennes. Desde entonces «la presidenta» no cejó hasta verlo encerrado.

En esta época, Renèe se instala en el Castillo de Lacoste y contrata los servicios de seis adolescentes (cinco muchachas y un muchacho). Sade continúa su viaje a través de Italia y probablemente otros países, alternado este viaje con estancias en Lacoste. De esta época es el incidente de las adolescentes que figura en numerosas biografías de Sade.

Durante ese tiempo, Renèe no abandona la labor que ya emprendiese al iniciarse el proceso de Marsella, de defender a Sade. Realiza varios viajes a París para solicitar la casación del proceso y en 1774 plantea una demanda ante la corte contra su madre. En ella protesta porque su madre, la influyente Mme, Montreuil, que ya tiene en su poder una lettre de cachet para encerrar a Sade, lo persigue injustamente, «no persigue a un criminal, sino a un hombre al que considera rebelde a sus órdenes y voluntades».

Mucho se ha especulado sobre los motivos que llevaron a «la presidenta» a procurar el encarcelamiento de Sade. La mayoría de sus biógrafos, sin que exista ningún documento, ni testimonio que lo avale, recogen como causa la leyenda decimonónica según la cual Sade habría seducido a su cuñada y se la habría llevado con él a Italia. De lo que existe documentación es del temor de su suegra a lo que Sade pudiera escribir sobre la familia Montreuil.

Sade permanece durante estos años huido de la justicia y ha escapado a varios registros de su castillo en Lacoste. Enterado de que su madre estaba agonizando, regresa a París junto con Renèe y, esa misma noche del 13 de febrero de 1777, es finalmente arrestado en el hotel donde se hospedaban y encarcelado en la fortaleza de Vincennes.
De todos los medios posibles que la venganza y la crueldad podían elegir, convenid, Madame, en que habéis elegido el más horrible de todos. Fui a París para recoger los últimos suspiros de mi madre; no llevaba otro propósito que verla y besarla por última vez, si aún existía, o llorarla, si ya había dejado de existir. ¡Y ese momento fue el que usted escogió para hacer de mí, una vez más, su víctima. Pero mi segundo propósito, después de los cuidados que mi madre requería, no consistía más que en aplacarla y calmarla, en entenderme con usted, para tomar con respecto a mi asunto todos los partidos que le hubiesen convenido y que usted me habría aconsejado

Carta de Sade a madame Montreuil «la Presidenta» desde Vincennes, febrero de 1777.

Cuando en 1778 Renèe consigue que se reabra la causa de Marsella, es anulada y quedan demostradas numerosas irregularidades, Sade ya lleva encerrado en la fortaleza de Vincennes un año por los deseos de su suegra, y allí permanecerá hasta ser liberado trece años después, tras la revolución y la consecuente caída del absolutismo.